Todos, alguna vez, sentimos que pertenecíamos a una familia de Aliens. El tema es que yo lo cuento.

22 de febrero de 2009

María, la sobreviviente.

Me llamo María, así, a secas. No tengo otro nombre con el que me puedan llamar, ni tampoco quiero (los segundos nombres siempre sirven para traumas en las personas). Así que me pueden llamar así. María.
Lo único que pasa, es que me molesta que no tiene diminutivo; "mari" es casi lo mismo. Si me decís así no te hago caso. Decime María.
Tampoco tengo sobrenombre, a mí me gustaría, peo mi familia no es de hacer esas cosas. "Para algo te pusimos un nombre" -dicen- y ahí se termina la conversación.
Soy María, la última sobreviviente.
Vivo en una casa común, con una familia no tan común. Una cosa es verlo desde afuera, un rato, y a través de "cortinas", otra muy diferente es tener que vivirlo y estar ahí todos los días. sobreviviendo a ellos (y posiblemente, ellos a mí).
Supongo que con sólo decirles que me llamo María no basta como para conocerme; les digo: soy una mezcla peligrosa de diferentes corrientes del pensamiento y sentimiento. Soy un poco socialista y comunista a la vez, protestante, conservadora con algunas cosas, y liberal en otras. Y soy de Boca.
Ellos (todos los otros) son; apolíticos y extremadamente conservadores.
Imagínense! lo que sí, somos todos bosteros, pero salvo eso, creo que la cigüeña se equivocó de dirección al dejarme acá, y la pobre familia con la que debería estar, se encuentra con alguien como la gente con quien estoy yo.
Desde chica me dije "esta familia no es mía".
Y todavía lo sospecho.

María.

20 de febrero de 2009


Próximamente llega la historia que no se parece a ninguna, pero que es igual a todas.
Los echos y personajes de esta historia no son reales, pertenecen a una historia de ficción; de todos modos, cualquier semejanza con TU realidad, te convierte en pariente lejano.